Las encías son la parte de la boca en la que menos reparamos a pesar de su importancia. Su cuidado y el mantenimiento de su higiene son básico para conservar una buena salud dental. Pero, ¿cómo saber si mi encía está sana? El color nos dará la respuesta.
El color de las encías puede ser más o menos claro dependiendo de la pigmentación de la piel, pero obviando la normalidad podemos encontrar otras tonalidades que aportan información muy valiosa.
El tono pálido o blanquecino indica que se inicia una gingivitis, que suele ser provocada por el exceso de placa. Aunque este color también puede ocasionarlo la falta de hierro.
Si de lo que se trata es de manchas blancas y no de un tono blanco general, puede deberse a una candidiasis oral o llaga bucal, que son patologías leves. O casos más graves, como la leucoplasia o liquen plano, para los que deberás buscar solución en un especialista.
El color rojo brillante de las encías, acompañado de inflamación y sangrado con facilidad, es debido a la placa bacteriana. En un principio puede desembocar en una gingivitis. O puede estar provocada por un hongo o virus, que derivará en periodontitis.
Las encías oscuras son típicas de personas que fuman, la llamada melanosis del fumador. Pero este color también puede ser provocado por medicamentos como los antidepresivos o anticonceptivos.
Cuando las encías están moradas la respuesta debemos buscarla en una gingivitis grave o una periodontitis que se ha extendido.
En cualquier caso cuando tus encías no son del color habitual recuerda cuidarte con Clínica Dental. Vigila su color y pide cita en nuestra consulta, nosotros te daremos la mejor solución.
