El agua, ese componente tan importante para el planeta, como para la vida, también lo es para nuestra salud bucal.
Tenemos motivos para aconsejar la ingesta de agua. El agua actúa como fuente de hidratación, para que nuestro cuerpo realice de forma correcta las funciones corporales, sin sentir la fatiga. Como filtro, para transportar todo lo que nuestro cuerpo no necesita, eliminando las toxinas. Pero, ¿qué sucede con el agua en nuestra boca?
Nuestra boca, que por naturaleza está húmeda, necesita el agua para mantener esta humedad estable y estimular la producción de saliva. La saliva, es un fluido de la cavidad bucal, producido por las glándulas salivales, incoloro, inodoro e insípido. Está formada por agua y componentes químicos capaces de luchar contra las bacterias y mantener nuestra boca sana. Además, de ayudar a nuestra lengua y dientes a la masticación e ingestión de alimentos.
Bebe agua y mantén tu boca con la proporcionalidad de saliva que necesita. Porque la saliva es la protección natural que tiene el organismo para luchar contra la caries. Este fluido ayudará a tu boca en la lubricación, para humedecer los labios y facilitar el habla. Con la limpieza, eliminando los restos de comida de los dientes. Remineralizando nuestros dientes gracias a su alto contnido en calcio y fosfato. Y, por último, con la protección ante los agentes bacterianos. Si la saliva disminuye, tus dientes están solos antes el peligro de la caries. Y si esta ya ha llegado ven a Clínica Real, al igual que el agua te ayudaremos a luchar contra la caries.